Abuelito, abuelito dime tuu,
Después que los duendes capricornianos tomaron el nectar de la renovación se fueron a un after office con heidi heidi, que era una distinguida oficinista.
La pantuflas de los monjes budistas se hiceron punk rock y no dejaron de ponerse tachas, y se borraron hasta terminar en el banco de una plaza.
La lechuza, la lechuza no podía dormir nunca, siempre despierta y escuchando el mejor reguee de bandas que no lo hacían. De pronto un tornado arrazó a su jardin primitivo y se durmió.
Reggae, reggae, y algo de reggae y que las vibraciones nos transporten públicamente sin bajar bandera.
¿Tú me das esquina?
1 comentario:
muy bueno cabezas de hormigón!
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