Pedaleando para atrás el viejo gallego logró dar un bucle a toda la biósfera terrestre, luego se dio cuenta que transpiraba vino en el callejón sin salida. Le dio otro trago de puro carnalismo y siguió pedaleando en círculos mentales.
Dos dientes de conejo sonaban como un clavicordio en un barco pirata, las orejas eran el arpa, y la cola pompón el bongoo, y los piratas lo carneaban y descuartizaban el conejo no dejaba de sonar, de caca y pedos fue una sinfornía marína que las sirenas siguen interpretando hoy en día.
Y para degustar, un rico atuendo verde-amarillo-y-rojo, con una selección de reggae español para que consumas con tus amiguitos y acompañes con papas fritas light bajas en potasio.
¡Escuchanos hoy jueves a las 22 horas!
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